Las perfumadas rosas
Ahora duerme en mi ansiedad de niña
Y en mi ímpetu de marinera inalcanzable
Las perfumadas rosas de mi cuerpo esperan
Para anclar mi nave en el puerto de tu alma
Los racimos de frutas silvestres maduran
En las enredaderas que suben dando vueltas
Por tus piernas y mis piernas
Hasta llegar a nuestros pechos calientes
Sin miedos de ansias eternas
Báñame en el rocío de tus auroras
Y abre los capullos que en mi cuerpo
Minuto a minuto esperan por ti